Retomamos las crónicas del Palco 54, donde familiares y amigos de GILMAR tienen la oportunidad de compartir su pasión por el deporte en general, y el fútbol y el Atlético de Madrid en particular.
Este mes de marzo ha sido uno de altibajos para el palco 54. La victoria por 2-1 ante el Betis hizo vibrar las gradas tras lo que parecieron demasiados minutos de sufrimiento. Los pocos afortunados que pudieron acudir disfrutaron de lo lindo del espectáculo y, por supuesto, del resultado.
La derrota ante el Barcelona 0-3 no pudo empañar la alegría de quedarnos en la Champions y la emoción vivida en la jornada contra el Inter de Milan. Un marcador de 2-1 llevó el resultado global a un empate 2-2. Tras un intenso encuentro, que se extendió a la prórroga sin que ninguno de los equipos lograra deshacer la igualdad, la clasificación se decidió finalmente en una tanda de penaltis, en la que el Atlético de Madrid se impuso 3-2 gracias a las decisivas paradas de su portero, Jan Oblak.
Y que momento señores, la parada de Jan Oblak paró corazones, lanzó bufandas por el aire y empujo a los asistentes a abrazarse. Contra todo pronostico, el Atlético de Madrid lo había vuelto a hacer, y otro año más estamos en la Champions.