En anteriores ocasiones desde Gilmar nos propusimos hacer seguimiento de la evolución de las estadísticas oficiales más relacionadas con el tema de los desahucios, que son las que se publican desde el Instituto Nacional de Estadística (INE) y desde el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Los lanzamientos judiciales que desembocan en desahucios de vivienda son de las facetas más duras que la crisis económica y el pinchazo en la burbuja inmobiliaria han traído y una de las señales más claves de que la crisis económica aún sigue manifestando secuelas estará hasta que estos números no se hayan reducido todavía significativamente más.

Recientemente se han publicado los datos correspondientes al cuarto trimestre de 2018. Vamos a desgranarlos a continuación.

Datos de Ejecuciones Hipotecarias publicados por le INE

Si empezamos desgranando los datos del INE, este es el panorama que reflejan. El número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en los registros de la propiedad en el cuarto trimestre de 2018 fue de 15.666, lo que supuso un 23,4% más que en el mismo trimestre de 2017. Si bien es cierto que entre las viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria, 1.551 son habituales, en propiedad se produjo un descenso del 28,9% respecto al mismo trimestre de 2017. Otras 586 ejecuciones hipotecarias se produjeron aunque no en la residencia habitual de los propietarios, un 24,3% anual menos.

Las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas concentraron el 45,8% del total de ejecuciones hipotecarias en el cuarto trimestre de 2018. De todas ellas, el 23,8% correspondió a hipotecas constituidas en el año 2007, el 12,8% a hipotecas constituidas en 2008 y el 10,0% a hipotecas de 2006. El periodo 2005-2008 concentró el 51,5% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas este trimestre.

Fuente: INE

Si tomamos los datos del conjunto de 2018, el número total de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas fue de 53.857, lo que supuso un 1,6% más que en 2017. De este total, el 48,1% correspondió a ejecuciones hipotecarias de viviendas. El 73,2% de las viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria (6.523) fueron viviendas habituales en propiedad, un 40,7% menos que en 2017.

Por su parte, 2.389 viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria iniciada no eran residencia habitual de los propietarios, un 30,4% menos. El 22,7% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas en el año 2018 correspondió a hipotecas constituidas en el año 2007, el 13,7% a hipotecas constituidas en 2006 y el 13,6% a hipotecas de 2008. El periodo 2005-2008 concentró el 57,2% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas en 2018 (ver gráficos).

Fuente: INE

Los datos del CGPJ

Los datos del INE señalan que aunque el número global de ejecuciones hipotecarias creció en 2018, aquellos referentes a la vivienda habitual de personas físicas disminuyeron. Con lo que podríamos decir que al menos aunque en el conjunto total el resultado es negativo, en lo que respecta a las familias que son echadas de sus viviendas la cosa parece ir mejorando.

Sin embargo, los datos del INE por si solos reflejan una imagen incompleta, pues como el propio organismo aclara en su metodología, esta tiene limitaciones. La más destacada es que solo se centran en ejecuciones hipotecarias pero no tienen en cuenta otras posibles causas de desahucios como es el impago de alquileres (en este artículo explicamos qué es el seguro por impago de alquiler) o por cualquier otro incumplimiento de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Esto hace obligado que junto con las estadísticas del INE se cotejen las del CGPJ. El número de lanzamientos de vivienda reflejan la imagen que muestra este gráfico.

Fuente: CGPJ

En ella se ve que aunque los lanzamientos judiciales por ejecución hipotecaria siguen su senda descendente, los derivados por incumplimientos en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) acentúan su tendencia alcista. En el cuarto trimestre de 2018 se realizaron 9.557 lanzamientos de vivienda por este motivo, un 3,9% que en el mismo periodo de 2017. Si tomamos como referencia el conjunto del año los desahucios por incumplimiento en la ley de arrendamientos (en su inmensa mayoría por impago del alquiler) ascendió a 37.285 un 4,5% más que los 35.683 lanzamientos que se produjeron durante el año anterior.

Como consecuencia de esto y tal y como se refleja en la tabla, aunque los desahucios autorizados por ejecución hipotecaria prosiguen afortunadamente su senda descendente (disminuciones de 15% anual). Dichos recortes se ven prácticamente neutralizados por el alza de los desahucios por impago del alquiler (mucho más numerosos que los de las ejecuciones hipotecarias). El resultado final de estos dos efectos contrapuestos se ve en la evolución de los desahucios totales que han pasado de irse reduciendo a un ritmos de entre el 4% y el 6% anual, a apenas un 1,8% el pasado año.

El principal caballo de batalla en estos momentos para combatir los desahucios es en el mercado del alquiler, pues si se mantiene la tendencia alcista en este segmento no es nada descabellado pensar que de esta frenada casi en seco del ritmo de reducción de desahucios pasemos a un escenario en que estos vuelven a aumentar. Desde Gilmar estaremos atentos a como evolucionen los acontecimientos.

Fuente: CGPJ
#GILMAR #desahucio #alquiler #hipoteca