Los niveles históricamente bajos a los que se encuentra el Euríbor a un año –el principal tipo de interés de referencia del mercado hipotecario- y el temor a que antes o después este repunte hacia sus niveles históricos habituales han llevado que la demanda de hipotecas experimente cambios significativos.
En concreto, en los últimos tiempos el apetito por las hipotecas a tipo fijo ha experimentado un creciente ascenso hasta el punto que a lo largo de 2018, el 65% de todos los nuevos créditos hipotecarios que se concedieron fueron a hipotecas a tipo, cuando apenas hace tres años este tipo de hipotecas suponía apenas el 37,4% de los créditos nuevos totales. Un hito que la asociación hipotecarias Española (AHE) ha recogido en su último informe publicado esta semana.
Desde Gilmar hemos querido hacernos eco de este estudio y desgranártelo.
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Radiografía de la demanda de hipotecas en España
Como consecuencia del empujón de las hipotecas a tipo fijo del pasado ejercicio, desde diciembre de 2015 la cartera de préstamos a tipo fijo ha crecido más de 8 puntos porcentuales, pasando de representar el 4,5% observado en diciembre de 2015 a suponer el 12,6% (ver gráfico). El informe de la AHE detalla que a diciembre de 2018 el número de hipotecas en vigor de la muestra en su conjunto asciende a 5.728.991 unidades, suponiendo más del 91% (expresado en número de unidades) aquellos garantizados con un colateral residencial.
La evolución del importe medio de la cartera, teniendo en cuenta la ponderación que resulta al considerar el volumen de cada grupo por su correspondiente peso en la cartera, ha ido acompañada de un ligero descenso en el espacio temporal tomado, situándose su saldo a diciembre de 2018 en 86.054 euros, frente a los 91.111 euros registrados a diciembre de 2017 o los 98.480 euros del ejercicio de diciembre de 2016. En la nueva actividad, 2018 cerró con un importe medio anual de 142.660 euros.
Como consecuencia de esto se observa el crecimiento que ha experimentado el saldo vivo de la cartera, que ha registrado una variación interanual cercana a un 5% hasta situarse en 478.946 millones a cierre de año. Esta favorable evolución no obedece necesariamente a un crecimiento generalizado del contexto económico y financiero, sino también a la ya mencionada incorporación de nuevas entidades a la cartera y a la todavía persistente ordenación del sistema, con acuerdos de abs
orciones y fusiones, que generan balances de tamaño superior.
Además, la serie, que parte del dato de diciembre de 2015, refleja el proceso de desapalancamiento y desinversión de activos que ha tenido lugar estos últimos años, especialmente en la cartera comercial (ver gráfico). Y para más información, en este artículo explicamos qué son las hipotecas fijas o variables.
Plazo de amortización y distribución geográfica
Aparte de los datos anteriormente mencionados, al margen del ejercicio de diciembre de 2016, donde el volumen de la cartera que tenia previsto su amortización en los próximos cinco años gana peso frente al plazo de amortización comprendido entre cinco y diez años, en general, el tramo de préstamos cuyo plazo de amortización tendrá lugar los próximos cinco años pierde fuelle a favor de aquellos que lo harán en los próximos cinco o diez años.
En concreto, sobre el total de saldo vivo, un 14,7% de la cartera tiene previsto su vencimiento en los próximos cinco años (15,6% a diciembre de 2015), un 17,5% lo hará entre los próximos cinco a diez años (15,1% a diciembre de 2015) y un 67,8% del saldo de la cartera no se amortizará hasta al menos durante los siguientes 10 años (69,2% a diciembre de 2015).
Atendiendo al perfil geográfico del activo subyacente para las 8 comunidades autónomas de mayor representatividad, a lo largo del intervalo de tiempo tomado no se observan destacables variaciones. Cataluña encabeza el ranking con un 20,5% de cuota, manteniéndose con una participación prácticamente similar en toda la serie de datos. La Comunidad de Madrid también se posiciona como una de las comunidades líder del sector, situándose su cuota en el 19,6% en el último ejercicio conocido (presenta oscilaciones en una horquilla del 17,4% al 20,2%).
El 15,7% de la cartera se emplaza en Andalucía (perdiendo un 0,3% respecto a diciembre de 2017 o un 0,6% respecto a diciembre de 2016). La Comunidad Valenciana mantiene su representatividad en torno al 10,0%, mientras que País Vasco apenas supera el 5,1% de la cartera. El resto de la cartera se reparte entre el resto de comunidades, coincidiendo la extensión demográfica con los territorios de mayor volumen de operaciones hipotecarias en vigor.
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