Un año más, en GILMAR aceptamos la invitación de Emilio Olivares (revistas ‘Car’ y ‘SMQ’) para participar en uno de los eventos privados más representativos del lujo y el buen gusto. Autobello volvió a reunir a más de 1300 personas enamoradas de los coches de lujo, clásicos, motocicletas… relojes de grandes marcas por los que no pasa el tiempo, y de la buena vida. El club de polo ‘Los Mariachis’ (San Fernando de Henares. Madrid), fue el lugar elegido en esta ocasión para transformar la gran pradera del campo de juego en un recinto repleto de caballos… Pero de los que empujan máquinas que nunca pasarán de moda.
Antes de acceder al recinto, ya se notaba el interés que había despertado Autobello entre los aficionados al mundo del motor. A ambos lados de la calle de acceso al club, se agolpaban personas de todas las edades con sus teléfonos móviles y cámaras de fotos para recoger el espectáculo de la llegada de Porsches, Ferraris, Rolls Royce, BMW… y todas esas grandes marcas que han conseguido representar en todo el mundo la pasión por la estética y la potencia. A pesar de la lluvia (sí, el 6 de julio) y del partido de fútbol que enfrentaba esa misma noche a España e Italia, la convocatoria de Emilio Olivares y su ‘equipazo’ fue un éxito. El espectáculo estaba servido.
En cuanto la lluvia nos dio un respiro, comenzó el desfile de ‘carrozas’ y el jurado tuvo que esmerarse para elegir quiénes se llevaban los numerosos premios que la organización había preparado. Luego, el partido de la Eurocopa acompañó a todos los que tenía mesa reservada para disfrutar de la magnífica cena, y ‘obligó’ a hacer una pausa -que se alargó más de la cuenta por la prórroga y los penaltis- hasta que comenzó la entrega de premios.
La directora de Relaciones Institucionales de Gilmar, Rocío Gil, fue invitada a subir al escenario para entregar uno de esos premios, tras los cuales, llegó la hora del concierto de la mano de otros ‘clásicos’ de Autobello (que también fueron premiados): Café Quijano fue el grupo que se encargó de poner el broche de oro a un evento que volveremos a celebrar en agosto, pero en el club de polo de Sotogrande. Hasta entonces, ¡feliz vida!