La Real Academia de la Lengua Española o RAE, define el patrimonio como un “conjunto de bienes pertenecientes a una persona natural o jurídica, o afectos a un fin, susceptibles de estimación económica”. Al referirnos al patrimonio inmobiliario nos referimos a una propiedad como un piso, una casa, un terreno edificable o un local comercial. Por lo tanto, al hablar de gestionar un patrimonio inmobiliario de forma correcta hay que saber que se puede generar ingresos pasivos.
Los inmuebles no producen dinero inmediato, a menos que los alquilemos, pero sí pueden producirlo a medio y largo plazo si los vendemos. Por este motivo, es muy importante saber gestionar y administrar un patrimonio inmobiliario si queremos obtener el máximo rendimiento de estos activos. Se entiende como gestión de patrimonio inmobiliario a la administración de forma diligente y eficaz de una cartera inmobiliaria o bienes raíces para maximizar su valor.
Para llevar a cabo esta correcta gestión es necesario estar en todo momento al día del estado del mercado inmobiliario. De esta forma podremos, por ejemplo, actualizar rentas de alquiler, poner precios de venta razonables, etc.. El conocimiento del mercado inmobiliario permite saber cómo, cuándo y a quién vender o incluso comprar.
Para gestionar un patrimonio inmobiliario de la forma correcta lo principal es contar con el asesoramiento adecuado. Para ello es fundamental que nos pongamos en manos de expertos profesionales del sector que puedan ofrecernos servicios de valoración, asesoría jurídica y financiera, préstamos inmobiliarios (hipotecas) o tasación oficial, como es el caso de los asesores inmobiliarios de Gilmar.
Índice
Puntos clave de la gestión patrimonial inmobiliaria
Como acabamos de ver, el conocimiento es uno de los puntos más importantes en la gestión patrimonial inmobiliaria, seguido de cerca por la experiencia en el sector. Veamos a continuación cuáles son los puntos clave que se deben manejar a la perfección para llevar una correcta gestión del patrimonio inmobiliario:
- Educación financiera. Es uno de los pilares del éxito en la gestión del patrimonio inmobiliario, ya que gracias a ella los clientes aprenden a identificar por sí mismos los factores que condicionan la rentabilidad de sus bienes. Tener una visión más global del mercado y de sus riesgos ayuda a que se puedan tomar las decisiones que mejor se adapten a sus objetivos.
- Estudio de mercado. Es una investigación enfocada a explorar la viabilidad comercial de una determinada actividad económica, en este caso la venta, el alquiler o la inversión en un bien inmobiliario. Un estudio de mercado nos ayuda a saber dónde y cuándo invertir a pesar de los riesgos.
- Mantenimiento de inmuebles. Los inmuebles ubicados en zonas acomodadas o concurridas tienen mucho valor, pero no basta con una ubicación privilegiada, ya que el estado de conservación del inmueble también debe ser considerado a la hora de gestionar un patrimonio inmobiliario.
- Asesoramiento adecuado. Contar con un buen asesor inmobiliario que conozca en profundidad los aspectos fiscales del sector es imprescindible, ya que éste es muy cambiante y dependiente de los cambios en los gustos y preferencias de los consumidores, los cuales mediante su demanda hacen que una determinada zona o tipo de inmueble se cotice más o menos. Un asesor puede ayudarnos a mantenernos actualizados y apoyar nuestra toma de decisiones.
Cómo gestionar un patrimonio inmobiliario
Una cartera inmobiliaria puede estar compuesta por uno o varias viviendas, edificios o locales o una combinación de ambas cosas. Por este motivo, es importante analizar su rendimiento para identificar las diferentes oportunidades de negocio. Es esencial conocer nuestros objetivos y trabajar para lograrlos mediante una correcta gestión de nuestra cartera y para ello deberemos disponer de una serie de habilidades:
- Orientarnos al detalle, siendo críticos, flexibles y abiertos a nuevas ideas.
- Tener capacidad de análisis y finanzas para valorar y rechazar, o no, ofertas que no nos interesen.
- Tener poder de negociación.
- Saber comunicarnos correctamente.
- Ser organizado y tener una clara gestión del tiempo.
Tener estas habilidades es muy importante a la hora de saber negociar, validar, vender y gestionar un activo o patrimonio inmobiliario. Por este motivo, gestionar y administrar un patrimonio inmobiliario es una tarea compleja que lleva mucho tiempo.
¿Cómo podemos enfocar la gestión para maximizar el valor de una propiedad?
Existen tres visiones diferentes a la hora de enfocar la gestión de activos inmobiliarios:
- Visión de apuesta o arriesgada: Encontrar las fuentes de ingresos que dan más rédito y que son más sólidas desde el punto de vista económico.
- Visión conservadora: Consiste en minimizar los gastos.
- Punto medio: Situada entre la visión conservadora y la arriesgada, es decir, que gestiona el riesgo de la cartera pero sin complicaciones.
Deberemos, por lo tanto, pensar en nuestra forma de ser (conservador, arriesgado o punto medio) y de esta forma tener una idea del enfoque que más nos conviene.
Gestionar el riesgo
Reducción de los gastos
El mantenimiento de una vivienda puede costar bastante dinero, sobre todo si la acabamos de reformar y llevamos meses sin encontrar inquilinos que cumplan ciertas garantías (en este artículo hablamos de qué se necesita para alquilar un piso en España).
Para minimizar el coste de las propiedades de inversión podremos elegir alquileres e inquilinos rápidos como estudiantes aunque su riesgo de rotación sea mayor.
Creación de una cartera
Cuanto más se invierte más beneficios se obtienen. Saber gestionar de forma correcta una cartera de activos inmobiliarios implica saber diversificar estratégicamente para conseguir el máximo beneficio. Para ello debemos conocer las diferentes clases de propiedades de inversión que existen:
- Alquiler de temporada o para vacaciones.
- Residencial y vivienda durante periodos largos.
- Para uso comercial, habitualmente locales y garajes.
- De uso mixto, mezclan el uso comercial y el particular.
Los inversores inmobiliarios que buscan beneficios a corto plazo podrían, por ejemplo, buscar oportunidades para comprar propiedades de alquiler o arreglarlas. Si el objetivo es el largo plazo, deberíamos comprar propiedades que se revaloricen significativamente al cabo de unos años. Ambas estrategias de inversión son totalmente válidas, pero requieren conocimientos de investigación de mercado y gestión de riesgos.
Gestionar un patrimonio inmobiliario no es una tarea fácil y es muy importante recurrir a expertos y profesionales que nos puedan ayudar en esta tarea teniendo muy claros cuáles son nuestros objetivos. Gilmar lleva años poniendo su experiencia al servicio de quienes precisen ayuda y asesoramiento en la gestión de inmuebles.
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