Dicen que, desde el momento en que alguien llega a Madrid, ya es madrileño. La capital de España es una ciudad que, por sí sola, no valdría nada. A Madrid le pasa lo mismo que a otras ciudades, y lo mismo que a este y otros países. No son los edificios, ni los parques, ni las plazas. Es la gente que vive allí la que hace especial a cada pueblo, a cada ciudad, a cada nación. Pero en Madrid también pasa que hay calles… y calles. La Gran Vía es todo un símbolo, es bandera, es una de las calles más populares y representativas de lo que son los madrileños.
Este año, la Gran Vïa cumple 112 vueltas completas alrededor del Sol. El Foro Matritense Gran Vía 4 de abril, en colaboración con el Grupo Delvesa y la Fundación Carlos III, ha celebrado un acto solemne en el que se nombró a los nuevos Granviarios de Honor 2022, en el Centro Cultural de los Ejércitos: Luis Cepeda, Custodio López Zamarra y Pepa Muñoz, en homenaje a la Gastronomía en Madrid. Y allí estuvieron, como invitados y testigos especiales de este momento único, el consejero delegado de GILMAR, Jesús Gil Marín; y la directora de Relaciones Institucionales y responsable de la Fundación GILMAR, Rocío Gil Oset.
Se aprovechó, además, este singular y especial encuentro para entregarles el premio Gran Vía Universal y Multicultural a Ricardo Alfonsín, embajador de la República de Argentina, y Nils Haugstveit, embajador del Reino de Noruega. Y, en el ámbito institucional, a la cofradía de la Buena Mesa, presidida por Ramón Gómez-Saura, con motivo de su 50 aniversario.
En las imágenes, los Granviarios de Honor 2022 junto a Jesús Gil Marín, consejero delegado de GILMAR Consulting Inmobiliario, al que -además- le une una amistad especial con Pepa Muñoz (El Qüenco de Pepa), con quien posa en una de las fotografías, y con el gran sumiller Custodio López Zamarra (en otra de las imágenes).
En el transcurso del evento, intervinieron Carlos Valverde, Amando Veiga, Luis Cepeda, Manuel Senante, Florencio Delgado, Miguel de los Santos, Santiago de Santiago, Carlos Escudero de Burón, Juan Quijano y Gonzalo de Federico. Todos dejaron claro que no solo se es madrileño por nacimiento, sino también por devoción, por esa actitud… ese cariño que demuestran aquellas personalidades de diversos ámbitos que, aunque no han nacido en Madrid, fomentan y ‘elevan’ ese vínculo especial con la capital de España en el ejercicio de su actividad profesional.
Y este año ha quedado claro que esa unión llega a través de la cocina, de la gastronomía. Ese oficio -que es arte- en el que algunos ponen amor para regalarle una experiencia (casi) inolvidable a los afortunados que han recibido el regalo de ser atendidos y degustar el servicio, el mimo y la atención recibida durante años por los que ya son, por derecho propio, Granviarios de Honor 2022.