Como respuesta a un mundo en el que la crisis climática es un hecho y los sectores de la energía y la construcción generan más del 40% de las emisiones contaminantes nace una nueva forma de entender la arquitectura, la respuesta al reto de una construcción más responsable, las powerhouses. 

Este nuevo concepto de edificación trabaja de forma transversal con diferentes industrias para crear la llamada arquitectura de energía positiva. El equipo de diseño noruego Snøhetta ha sido el encargado de dar un giro a la forma de diseñar, construir, alimentar energéticamente e incluso desmantelar estos nuevos edificios. 

Dejando atrás el principio según el cual “la forma sigue a la función”, la powerhouse revoluciona la inmobiliaria proponiendo casas en cuya construcción se antepone el bienestar del medio ambiente, procurando un uso y distribución más eficiente de la energía.

Concepto de powerhouse

El concepto de la powerhouse nace con la intención de llevar al límite los estándares establecidos por las passivhaus. Ya no se centran únicamente en la conservación de la energía solar captada en el edificio como en el concepto anterior, sino que proponen que el edificio se convierta en un generador de energía limpia.

¿La expectativa? Que en 60 años una casa autosuficiente como esta genere más energía renovable que el total de la energía que necesitará consumir a lo largo de su vida útil. Esto incluye también la energía consumida durante la fabricación de los materiales de la casa y la energía necesaria para su demolición llegado el momento.  

Sin duda, un concepto que revolucionará el mercado inmobiliario, aumentando el parque de viviendas con certificado energético eficiente.

Principales características de una construcción powerhouse

Si hasta hace no mucho tiempo resultaba extraordinario contar con edificios diseñados para cubrir su propio uso de energía, las powerhouses van un paso más allá y cubren incluso la cantidad de energía utilizada para fabricar los materiales con los que se construyen. Diseñar un edificio para que cubra su propio uso de energía es una cosa; hacerse responsable de la energía utilizada para fabricar todos los materiales del edificio es otra muy distinta.

Otra característica clave de esta casa autosuficiente es su orientación, que siempre será la óptima para aprovechar al máximo las condiciones que ofrezca el entorno y así potenciar su eficiencia energética y la generación de energía. Además, también cabe citar el uso de materiales altamente eficientes para su aislamiento, reduciendo la necesidad del consumo de energía.

Durante la construcción de los primeros prototipos de powerhouse se emplearon únicamente materiales que contaron con documentación que certificaron cuánta energía se había invertido en los procesos de abastecimiento y fabricación. Algo similar sucedió con la elección de los paneles solares, apostando por unos capaces de generar hasta un 35% más de energía durante 25 años. 

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Ejemplos emblemáticos de construcciones powerhouse

Como ya hemos mencionado, el responsable del concepto de powerhouse es el estudio de diseño noruego Snøhetta, también responsable de los tres mejores ejemplos de este tipo de casa autosuficiente que pueden encontrarse en la actualidad.

La más reciente es Brattørkaia, el considerado como edificio más sostenible hasta el día de hoy. Esta construcción se encuentra en la ciudad de Trondheim (Noruega), con una situación y orientación elegidas cuidadosamente para que tenga una mayor exposición al sol. El edificio cuenta con una superficie de 18.000 m2, tiene las paredes revestidas de aluminio negro y un techo pentagonal con 3.000 m2 de paneles solares. 

El Brattørkaia destaca también por sus sistemas de aislamiento y ventilación, pensados para mantener la temperatura en el interior minimizando el impacto energético. Lo mejor de todo es que, además, es capaz de generar 500.000 kWh de electricidad durante el año, mucho más de lo que necesita.

Por otra parte, encontramos la powerhouse Telemark en Porsgrunn (Noruega), que establece un nuevo estándar en la construcción de edificios sostenibles para el medio ambiente gracias a que reduce hasta un 70% su consumo energético y genera más energía que la que consumirá en toda su vida útil. El interior del Telemark es un espacio flexible distribuido en espacios estandarizados y espacios más amplios para el coworking.

Por último, cabe destacar la powerhouse Moholt (también en Trondheim), la primera residencia de estudiantes de estas características. Sus 12 edificios de entre cuatro y siete plantas albergan alrededor de 800 estudiantes y está considerada como la primera construcción de este tipo completamente neutral en carbono.  

Impacto en la sostenibilidad y medio ambiente

La powerhouse no nace únicamente por la voluntad de crear un nuevo concepto de casa autosuficiente, sino como una herramienta para conseguir los objetivos climáticos. Su concepto se adapta a la perfección a los objetivos de reducción de emisiones de CO2 establecidos en los Acuerdos de París y las cero emisiones netas para el año 2050 de acuerdo al compromiso establecido en la Ley Europea del Clima.

Tal y como hemos mencionado con anterioridad, este tipo de edificios no emite una ínfima cantidad de carbono al ambiente, sino que es capaz de producir más energía renovable de la que es capaz de consumir durante su vida útil. 

Futuro y tendencias de las construcciones powerhouse

Uno de los grandes objetivos de nuestra sociedad es conseguir un futuro más sostenible, algo en lo que las powerhouse tienen aún mucho que decir. ¿Qué tendencias cabe esperar en este contexto en los próximos años?

  • Reducción de los costes de la energía para los habitantes de estos edificios.
  • Incentivos gubernamentales para su construcción.
  • Creación de nuevos empleos especializados.
  • Aumento del valor inmobiliario.
  • Promoción de las energías renovables.
  • Mayor conservación del entorno natural.

Las powerhouses son el claro ejemplo de que la tecnología y el diseño pueden trabajar juntos con el objetivo de crear un futuro más sostenible. Una pieza clave que aspira a convertirse en el estándar de la construcción en las próximas décadas, no solo en Europa, sino en el resto del mundo. 

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