El Foro Empresarial de Madrid reunió ayer a líderes del sector inmobiliario para debatir las dificultades de acceso a una vivienda que se presentan en la capital española. Álvaro González, delegado de políticas de vivienda del Ayuntamiento de Madrid y presidente de la empresa municipal de la vivienda y suelo (EMVS Madrid), inauguró la jornada “Reto de la Vivienda en Madrid”.

El evento contó además con la participación de destacados ponentes, incluyendo a Óscar Ochoa, director de promociones de obra nueva de GILMAR; Marcos Sánchez Foncueva, coordinador de la mesa de urbanismo de Madrid Foro Empresarial y gerente de la junta de compensación “Los Cerros”; Manuela Julia Martínez, presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid; y Antonio Ñudi, socio del área de derecho público y regulatorio de Andersen.

Óscar Ochoa, en representación de GILMAR, desempeñó un papel crucial en las discusiones. Como director de promociones de obra nueva, ofreció su perspectiva sobre la oferta y la demanda actuales de viviendas, además de una visión de futuro. Ochoa enfatizó la importancia de soluciones innovadoras flexibles y una planificación estratégica para abordar las necesidades habitacionales de la creciente población de Madrid. Señaló que, tanto a nivel autonómico como nacional, el mercado se encuentra en un momento extraordinario y saludable, sin elementos externos que lo distorsionen. Subrayó que existe un exceso de demanda frente a la oferta, especialmente en los alquileres, y que los altos precios han expulsado a una gran parte de la población activa del mercado de la vivienda.

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El foro proporcionó una plataforma para profundizar en temas como la creciente demanda de vivienda, el aumento de los precios, la escasez de suelo y las políticas urbanísticas destinadas a mejorar la oferta de viviendas. Al tiempo que abordó otros temas de actualidad como la ocupación, la rehabilitación de parques de viviendas y el uso de viviendas turísticas. Manuela Julia Martínez destacó que uno de los problemas más importantes para los ciudadanos es la ocupación, debido a un marco jurídico que no ofrece suficiente seguridad. Además, mencionó que la rehabilitación de viviendas enfrenta el desafío de la desconfianza de los propietarios en los planes de ayudas y subvenciones, mientras que el uso de viviendas turísticas genera tensiones en las comunidades debido a la convivencia con inquilinos temporales.