Si estamos valorando adquirir una segunda residencia deberemos tener en cuenta una serie de factores importantes antes de solicitar otra hipoteca al banco. Habitualmente los requisitos y las condiciones de una hipoteca para una segunda vivienda difieren con respecto a las de hipotecas para una vivienda principal.
¿Qué consideramos como segunda vivienda? Una segunda vivienda, según el criterio de la Agencia Tributaria, es aquel inmueble en el que no residimos habitualmente. Dependiendo de su uso se pueden dividir en:
- Viviendas vacacionales o casuales: Por ejemplo apartamentos en la playa, casas en la montaña o cualquier otra vivienda de uso propio en la que no residimos habitualmente.
- Producto de inversión: Casas cuya finalidad es lucrativa, es decir, para alquilar o revender.
Ambos casos son segundas viviendas, pero en función del banco con el que trates te ofrecerán préstamos hipotecarios específicos para una u otra modalidad. Una hipoteca para una segunda vivienda es el préstamo que solicitamos para poder financiar un inmueble que no va a ser utilizado como nuestra residencia habitual.
Índice
Condiciones de una hipoteca para una segunda vivienda
Existen significativas diferencias entre las condiciones de una hipoteca para una vivienda habitual de una hipoteca para una segunda vivienda (más información en este artículo sobre hipotecas fijas o variables) Veamos a continuación las más importantes:
- El máximo porcentaje que se concede. Lo habitual en una hipoteca para primera vivienda es conceder hasta el 80% de financiación, mientras que si se trata de una segunda residencia este porcentaje puede bajar hasta el 60-70% del valor de compraventa o tasación. Por este motivo, el ahorro necesario para adquirir una segunda vivienda es mayor.
- Plazos más cortos de las hipotecas para una segunda vivienda. El número de años por los que se concede el préstamo hipotecario es de unos 20 ó 25 años para las segundas viviendas, mucho más corto que el de los préstamos para una primera residencia, el cual puede alcanzar hasta 40 años.
- Intereses más altos para segundas viviendas. Algunos bancos aplican intereses diferentes para este tipo de hipotecas o incluso comisiones que no se contemplan en las hipotecas para una primera vivienda.
Requisitos para obtener una hipoteca para una segunda residencia
También los requisitos que se exigen para que concedan una hipoteca para una segunda vivienda son bastante más estrictos que en el caso de una vivienda principal. Esto es debido a que se considera que son hipotecas con mayor riesgo, ya que si surge algún problema se dará siempre prioridad de pago a la vivienda habitual.
Otro motivo es que estas segundas viviendas se suelen encontrar ubicadas en zonas con menor demanda, lo que hace que sea más complicada su venta en caso de ser necesario. En todas las hipotecas se piden determinadas garantías, como por ejemplo un trabajo estable con cierta antigüedad, que el titular tenga ingresos y ahorros, no aparecer en ningún registro de morosos y no tener un nivel de endeudamiento elevado.
En el caso de una segunda vivienda, los ingresos necesarios del comprador deberán ser más altos ya que, al tratarse de un préstamo de menos años, las cuotas mensuales serán mayores que las de la primera vivienda. Si ya se tiene otro préstamo hipotecario con la primera vivienda, el riesgo aumenta y, por lo tanto, los requisitos son más estrictos.
Y en último lugar, conceder una hipoteca para una segunda residencia es más arriesgado para el banco, ya que en caso de necesidad económica es más probable que dejemos de pagar las cuotas de una casa en la que no se reside habitualmente.
Condiciones más exigentes
Por todos estos motivos, las hipotecas para segundas viviendas tienen unas condiciones más exigentes que las que se otorgan para una primera vivienda:
- Mayor volumen de ahorros. Como el banco nos va a prestar una menor cantidad de dinero necesitaremos más ahorros para pagar los gastos de hipoteca y los de compraventa más la parte no financiada por la entidad. A este respecto, en este artículo explicamos cuáles son los gastos de compraventa de una vivienda.
- Ingresos altos. Se tiene menos tiempo para devolver el dinero y con un interés más alto, por lo que es conveniente disponer de unos buenos ingresos mensuales para afrontar las mensualidades sin problemas.
- Posibles garantías adicionales para que te otorguen la hipoteca, como un aval u otro inmueble. Se puede poner la vivienda habitual como garantía adicional de la segunda hipoteca.
- Tener una situación económica estable (contrato indefinido y antigüedad laboral) y un historial crediticio con pocas deudas y ningún impago.
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