Poder disfrutar en tus platos de tus propias frutas y verduras cultivadas por ti mismo es un auténtico placer. No solo saben más deliciosas cuando las has visto crecer desde que eran unas pequeñas semillas, sino que también las plantas comestibles tienen mejor sabor cuando has puesto todo tu cariño en cuidarlas y cocinarlas con tus propias manos.
Si tú también eres amante de las plantas y quieres ir más allá cultivando tus propias plantas comestibles, en Gilmar te contamos cuáles son las más fáciles de cultivar ahora que llega el buen tiempo, para crear tu propio huerto urbano. Tanto si tienes jardín, como terraza, como un pequeño hueco en tu cocina para colocar algunas macetas, te encantará verlas crecer y después cocinar con ellas tus platos favoritos. ¡Te lo aseguramos!
Índice
Tomates, de las plantas comestibles más fáciles de cultivar
Este delicioso fruto es de los más fáciles de cultivar y suele ser una de las primeras plantas comestibles por las que empezar a planear un huerto urbano. Debes cultivar las semillas de tomate en un lugar dónde llegue suficiente luz, regándolas tan solo un par de veces por semana.
Las semillas de tomate se plantan más profundas de lo normal, por lo que si lo haces en maceteros, tendrán que ser más altos para que las raíces tengan espacio. No te olvides de ir eliminando las hojas que crecen más bajas, para evitar que la planta se enferme.
Con estos sencillos cuidados y poco más, tendrás en cuestión de semanas tus propios tomates cultivados en casa, con un sabor que nada tiene que ver con los tomates de supermercado.
Guisantes
Los guisantes son pequeñas plantas comestibles que se suelen cultivar en huertos urbanos infantiles. Si en el colegio los niños consiguen hacerlos crecer, en casa no te costará nada tener tus propias plantas de guisantes.
Necesitan un sitio fresco para crecer, donde no haya mucho calor. Se adaptan muy bien a cualquier suelo e incluso pueden crecer sin problemas en macetas. Eso sí, necesitan que los riegues cuando veas que la tierra se empieza a secar y que no les dé el sol directo para que no se queme la planta.
Las vainas de guisantes tardan algunas semanas más que los tomates en salir y tienes que esperar a que se engrosen para poder recolectarlas, pero tienen un sabor tan rico, que merece mucho la pena la espera.
Jengibre
Si bien hace algún tiempo era bastante complicado encontrar jengibre en las tiendas de alimentación de nuestro país, hoy en día se ha vuelto una raíz muy consumida por su delicioso sabor y sus muchas propiedades beneficiosas para la salud. Cultivarlo en casa es muy sencillo y así siempre tendrás a mano un poco de raíz de jengibre natural para cocinar cuando te haga falta.
Siembra un pedazo de la raíz cuando veas que empiezan a salirle brotes verdes, dejando las hojas hacia arriba sin que las tape la tierra. Ponlo en un sitio soleado pero sin que le dé la luz directa, regándolo bien y a menudo. En poco tiempo tendrá sus propias raíces y la planta crecerá en tamaño.
Recuerda además que el jengibre lo puedes usar como ingrediente en aperitivos que acompañen tus cócteles de Navidad.
Hierba limón
Un ingrediente que cada vez estamos usando más en la cocina y que a diferencia del jengibre, sí que sigue siendo complicado de encontrar en tiendas, es el lemongrass o hierba limón en español. Cultivarlo en casa es muy sencillo y crece tan rápido, que nunca te faltará un poco de lemongrass en tu cocina para hacer tus elaboraciones favoritas.
Coge unas ramitas de lemongrass y ponlas en un vaso de agua en un sitio dónde tenga luz. En una semana ya tendrá sus propias raíces, y podrás transplantarlo en una maceta o en el jardín (en este artículo aprovechamos para hablar de cómo crear un espacio chill out en la terraza).
Cuando los tallos midan unos 30 cm, ya estará disponible para cortar y consumir. La planta seguirá creciendo sin problema, porque se desarrolla muy rápido.
Albahaca
Una de nuestras hierbas favoritas, que da un sabor exquisito a cualquier plato y que siempre es mejor añadir en fresco que en seco. Estamos hablando de las hojas de albahaca, tan aromáticas y deliciosas que nadie puede resistirse a ellas dentro de la variedad de plantas comestibles existente.
Para tenerla en casa es mejor usar semilleros, que podrás dejar a mano en la cocina. La primavera es el mejor momento para sembrarla, aunque si la mantienes alejada del frío y el viento, puedes mantenerla todo el año sin problema.
En Gilmar te animamos a que cojas una planta de albahaca y la siembres en varios huecos del semillero o en una maceta con bastante espacio. Crecerá muy rápido, y tendrás suficiente cantidad para cocinar semanalmente con ella sin que nunca llegues a consumir todas las hojas.
¿Cuál de estas plantas comestibles te apetece más cultivar en un huerto urbano?
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