El alquiler con opción a compra es un nuevo concepto de alquiler que beneficia a aquellas personas que desean invertir su dinero en la compra de un inmueble, pero su situación económica no le permite hacerlo directamente. Este modelo de alquiler es cada vez más común entre los jóvenes y una salida más factible a la hora de hacer una buena inversión del dinero.
Pero, ¿en qué consiste exactamente el alquiler con opción a compra? ¿Qué tipo de contrato es el que se hace? ¿Cuáles son los derechos del arrendatario en este caso?
Al ser un concepto tan novedoso, no mucha gente tiene toda la información sobre este tipo de alquiler. Desde Gilmar te contamos todo lo que debes saber si quieres considerarlo entre tus opciones para comprar la vivienda que tanto deseas.
Índice
¿Qué es el alquiler con opción a compra?
El alquiler con opción a compra consiste en un contrato doble: por un lado el contrato de alquiler y por otro el de compraventa de la vivienda. De esta forma, el arrendatario vive de alquiler durante un tiempo determinado en la vivienda y cuando este plazo termina, tendrá la opción de comprarla según las condiciones del contrato.
Este contrato tiene la ventaja de que las rentas de alquiler que se han pagado, o al menos una gran parte de ellas, se descuentan del precio total de la vivienda.
Aunque la cuota de alquiler no tiene por qué ser más elevada que el alquiler habitual de una vivienda de similares características, hay que tener en cuenta que se hace un desembolso inicial mayor, aportando una fianza diferente, como una prima para pagar la opción a compra. Esta prima no se suele recuperar si al final el arrendatario no decide comprar la vivienda, por lo que la decisión se debe tomar siempre con cabeza.
¿Cómo es el contrato?
Los nuevos contratos de alquiler con opción a compra aún no están contemplados por la Ley del Código Civil, aunque sí se recogen en la Ley de Arredamientos Urbanos. Las condiciones de este contrato quedan siempre bien reflejadas para que ambas partes las tengan claras.
Como mínimo, el contrato debe contener dos datos importantes: cuál es el objeto del contrato y el precio final del mismo, dos aspectos que en ningún momento se pueden modificar en el plazo de duración estipulado.
Antes de firmar el contrato, lee bien todas las condiciones, ya que cada vendedor o cada agencia inmobiliaria puede añadir los puntos que crea necesarios, llegando a un acuerdo con ambas partes, para que todos salgan beneficiados.
Condiciones a tener en cuenta
Debido a que no existe ningún modelo de contrato de alquiler con opción a compra establecido de forma legal, hay algunas condiciones que es imprescindible que solicites que sean añadidas al contrato como arrendatario y posible comprador.
Entre ellas, en Gilmar recomendamos que, aunque no es obligatorio fijar una fecha para el derecho a compra, si es de interés por ambas partes, se demande un plazo desde el inicio. De esta forma, estamos asegurando que las intenciones del arrendatario son las de comprar la vivienda y que, en el momento en que lo desee, podrá hacerlo sin demora.
El contrato de alquiler es prorrogable, pero en este caso, el contrato de compra caducaría según la ley, ya que son dos contratos diferentes.
El inquilino y arrendatario es quien tiene derecho exclusivo a comprar la vivienda en el plazo acordado, sin que el propietario pueda romper los contratos y alquilar o vender la vivienda a otra persona. En caso necesario, la compra de la vivienda podría incluso hacerse antes de los plazos acordados en un principio, siendo habitual hoy en día que ocurran estos casos.
Estos aspectos y muchos más son los que se deben tener en cuenta a la hora de recurrir al contrato de alquiler con opción a compra para acabar adquiriendo una vivienda en propiedad. Si tienes dudas, en Gilmar podemos ayudarte en todos los pasos, para que hagas el alquiler y la compra de tu nueva vivienda con total seguridad. ¡No dudes en contactarnos!
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